martes, 19 de julio de 2011

Día del Amigo, conocer un poco a su creador...

El día internacional del amigo tiene origen en Argentina, sí, en nuestro país; y se lo debemos a Enrique Ernesto Febbraro, profesor de psicología, filosofía, historia músico y odontólogo. Vivía en Lomas de Zamora, fue socio fundador del Rotary Club de San Cristóbal de Buenos Aires, barrio en donde nació por el año 1924 y en el que vive actualmente. Es socio fundador y ahora honorario del Rotary Club de Once, de dicha ciudad.
“Un amigo no da consejos, ayuda, acompaña”, define Enrique Ernesto Febbraro, el hombre que el 20 de julio de 1969 inventó el “Día del Amigo”. Y completa: “la amistad es casta: si se mezcla con sexo, ya es otra cosa. Y tanto con un hombre, como con una mujer, tiene que estar fundada en el respeto”.
“Un padre que da consejos es un padre, ¡pero jamás un amigo!”, retruca desde su casa del barrio porteño de San Cristóbal al mismísimo Martín Fierro de José Hernández.
Casi como al pasar, asegura que Hernández pifió el renglón cuando puso en boca de Martín Fierro la imagen de un padre consejero y camarada.
Los únicos consejos válidos para Febbraro son aquellos que ayudan a conservar y mejorar la amistad y en el deber humano de tener amigos, empezando uno mismo por ser amigo”, señala.
El 20 de julio de 1969 mientras miraba por tevé la llegada del hombre a la Luna, se prometió a sí mismo que ese sería para siempre el Día del Amigo.
Antes de que la Apolo 11 regresara a la Tierra, desde su consultorio de Lomas de Zamora, donde vivía entonces, envió mil cartas a cien países y, a vuelta de correo con 700 respuestas, había quedado fundado el Día del Amigo.
Cuando Neil Armstrong pisó la Luna y dio “un pequeño paso para el hombre y un gran salto para la humanidad”, consideró que había madurado su idea de dedicarle un día al amigo.. “Escuché que el alunizaje del módulo era un gesto de amistad, desde la humanidad hacía el universo. ¡Ya está, es el día elegido!, dije. Hoy se celebra en unos cien países y esta en la agenda del corazón de los argentinos”.
Febbraro enviudó dos veces de mujeres que empezaron siendo sus amigas y le dejaron lo que él llama su tesoro: dos hijos y cuatro nietos.
El profesor señala que “entre un hombre y una mujer siempre subyace el deseo, pero si se lo supera, la amistad prospera. El matrimonio –aunque es una institución que une intereses diversos— siempre llega al minuto donde surge la amistad”.

En conversación con el director de Prensa Rotaria, Néstor C. Sarandria, el Dr.  Febbraro, enfatizaba : "Mi amigo es mi maestro, mi discípulo y mi condiscípulo. Él me enseña, yo le enseño. Ambos aprendemos y juntos vamos recorriendo el camino de la vida, creciendo. Sólo el que te ama te ayuda a crecer".
Su tarea se llevaba a cabo con un lema: "Un pueblo de amigos es una Nación imbatible", a la vez que destacaban que sería una celebración ética, sin fines de lucro ni de fomento al consumo.
Visitó organismos nacionales, gubernamentales, municipales, políticos, religiosos, personas notables y amigos para que adoptaran la idea y luego la difundieran en sus áreas de influencia.
Poco a poco fue logrando su cometido, primero fue el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires que con su decreto Nº 235/79 autorizó la celebración y le dio un marco legal. Luego se fueron sumando distintas entidades y extendiéndose por toda la Argentina y por algunos países de América Latina.

Para el Dr. Febraro, con el día del alunizaje se amplió el horizonte, conquista ésta de la humanidad toda, con la consiguiente posibilidad de estrechar nuevos lazos de amistad.

Su iniciativa tuvo éxito, ya que cada 20 de julio, en muchos países, los amigos esperan reunirse y dedican un día a la Amistad. Pero es importante recordar que la Amistad es vivida cotidianamente, durante los 365 días del año.
 
Dicha cotidianeidad es expresada claramente por Cunninghan: "Amigos son aquellos extraños seres que nos preguntan cómo estamos y esperan a oír la contestación ".
 
El Dr. Enrique Ernesto Febbraro fue candidato dos veces al premio Nobel de la Paz. 


Para conservar la amistad

De su experiencia saca un listado para conservar la amistad:
  • Un amigo no aconseja, se mete en el problema, se embrolla, y ayuda al otro.
  • Mi amigo es mi maestro, mi discípulo y mi condiscípulo.
  • Los sacramentos de la amistad son: simpatía, ternura, respeto, reciprocidad, lealtad, comprensión, desinterés, solidaridad, perseverancia y alegría.
  • Hace falta callar, aunque se tenga razón, porque dos no pelean si uno no quiere.
  • No hacer o decir nada que lastime u ofenda al otro.
  • Acompañar siempre: en la soledad, el dolor o la alegría.
  • Aceptar a las personas como son y querer hasta en el mínimo detalle, sin esperar recompensa.
  • Olvidar los propios problemas y escuchar con oído y corazón de amigos.
De todo su anecdotario, Febbraro desnuda una pena: “Escribí a la NASA, pero nunca me contestaron”.
Al celebrar el Día del Amigo honramos a su creador, el doctor Enrique Febbraro, ilustre personalidad que dedicó su vida a promover y realizar fundamentales obras de solidaridad, cultura y altos ideales de progreso.
Al servicio de la creación del “Día del Amigo”, el 20 de julio y el de “Día Internacional del Amigo”, en octubre, “hice enormes inversiones de tiempo, esfuerzo y dinero, para que la gente conozca mis cantos de vida y esperanza; también es cierto que no se me ofrecieron muchas oportunidades para que explique el verdadero porqué de esa monumental tarea –dice en una nota que recibimos.”
Su “curri” incluye más de veinte páginas donde se informa de premios, distinciones y reconocimiento de todas partes del mundo. Pero la realidad señala que la creación de estos días memorables, que honran a la amistad, la llevó a cabo Febbraro solo, poniendo al servicio del ideal su tiempo y sus bienes. Saludamos con profundo afecto y veneración a este gran argentino, que bien merece ser ejemplo de honestidad, ética y virtuosa vida.


Fuente: http://www.prensarotaria.com.ar

Día del Amigo

Dia del Amigo

El Día del amigo, cuya fecha se instauró en un principio en el 20 de julio, es una jornada en la que se enfatiza la amistad como virtud de la persona, ya que fue creada para recordarnos la importancia de los amigos y de la unión entre las personas de todo el mundo.

Origen Dia del Amigo

A pesar de que la celebración como tal nació en Argentina, un precedente importante surgió en Paraguay, en 1958, de la mano del doctor Ramón Artemio Bracho. Este evento denominado “Cruzada Mundial de la Amistad” consistió en una campaña a favor de la Amistad y la Paz realizada el 30 de julio. Día en el que se fijó en este país y en algunos más de sus alrededores el Día de la Amistad.
Fue de la mano de Enrique Ernesto Febbraro, un argentino profesor de filosofía, psicología e historia además de odontólogo y músico, que fue fundado el “Día del Amigo” que ahora celebramos el día 20 de julio y quien le otorgó un carácter más internacional del que la “Cruzada Mundial de la Amistad” paraguaya tenía.
La fecha que eligió para conmemorar a la amistad no fue fortuita, sino que la hizo coincidir con el día de 1969 que el primer hombre se paseó por la luna. Fue poco después de este hecho cuando Febbraro envió un millar de cartas a diferentes lugares del globo de las que recibió 700 contestaciones reforzando así el carácter mundial de esta celebración que no pretende subrayar las diferencias culturales de las personas sino más bien unirnos a todos a través de un concepto común: la Amistad.
Más tarde esta jornada sería oficializada primero en Buenos Aires, después en toda Argentina y más tarde en muchos países del continente. A lo largo de los años se irían sumando países de otros continentes para así lograr el objetivo que este día se proponía. Durante este tiempo Enrique Ernesto Febbraro optó al premio Nobel de la Paz en varias ocasiones.
Desde entonces se ha celebrado esta fecha de muy diferentes maneras según la región, con una simple felicitación  o con un detalle. Pero también se pueden encontrar diferentes curiosidades sobre este día. Por ejemplo, en algunas regiones tienen lugar juegos como el Amigo Invisible o las Gymkhanas.

Fuente: www.diadelamigo.net/

sábado, 9 de julio de 2011

Acta de la Independencia

.Declaración de la Independencia Argentina

Se celebra en nuestro país uno de los hechos más importantes de nuestra historia: "La independencia Argentina", nuestra afirmación como Nación latinoamericana, la concreción de largos procesos iniciados el 25 de Mayo de 1810, y que se deben ir conquistando y manteniendo constantemente, como individuos y como pueblo.
Los hechos históricos que signaron nuestra independencia:
Antecedentes
Después de resolver la designación de Pueyrredón como Director Supremo, el Congreso se abocó a debatir sobre el mandato que tenían los diputados acerca de la Independencia. Así se llegó al 9 de julio, con la presidencia de Francisco Narciso de Laprida. Él tuvo el privilegio de preguntar a los congresales:
"¿ QUERÉIS QUE LAS PROVINCIAS DE LA UNIÓN SEAN UNA NACIÓN LIBRE E INDEPENDIENTE DE LOS REYES DE ESPAÑA Y SU METRÓPOLI... ?"

Todos los diputados contestaron afirmativamente e inmediatamente se labró
el "Acta de la Emancipación".

Acta de la Emancipación

"En la benemérita y muy digna ciudad de San Miguel del Tucumán, a los nueve días del mes de julio de 1816...:
Nos, los representantes de las Provincias Unidas de Sud América, reunidos en Congreso General, invocando al Eterno que preside el universo, en el nombre y por la autoridad de los pueblos que representamos, protestando al cielo, a las naciones y a los hombres todos del Globo la justicia que regla nuestros votos; declaramos solemnemente a la faz de la tierra que voluntad unánime e indubitable de estas Provincias romper los violentos vínculos que las ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos de que fueran despojadas, e investirse del alto carácter de nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli. Quedar en consecuencia de hecho y de derecho con amplio y plenos poder para darse las formas que exija la justicia, e impere el cúmulo de las actuales circunstancias. Todas y cada una de ellas así lo publican, declaran y ratifican comprometiéndose por nuestro medio al cumplimiento y sostén de esta voluntad, bajo el seguro y garantía de sus vidas, haberes y fama. Comuníquese a quienes corresponda, para su publicación, y en obsequio del respeto que se debe a las naciones, detállense en un manifiesto los gravísimos fundamentos impulsivos de esta solemne declaración. Dada en la sala de sesiones, firmada de nuestra mano, sellada con el sello del Congreso y refrendada por nuestros diputados secretarios, Francisco Narciso de Laprida, presidente, Mariano Boedo, vicepresidente..."
A continuación seguían las firmas de los diputados Darregueira, Acevedo, Sánchez de Bustamante, Aráoz, Gallo, Malabia, Colombres, Serrano, Rodríguez, Gorriti, Pérez Bulnes, Gascón, Rivera, Castro Barros, Thames, Maza, Paso, Sáenz, Medrano, Pacheco de Melo, Godoy Cruz, Uriarte, Sánchez de Loria, Salguero, Santa María de Oro y Anchorena.
Declaración Adicional

El 19 de julio se celebraron dos sesiones.

*-La primera fue pública y en ella se redactó y aprobó la fórmula del juramento que debían prestar los diputados.
*-La segunda sesión fue secreta. En ella, a pedido del diputado por Buenos Aires Pedro Medrano, se aceptó que a la Declaración de la Independencia se le introdujera una modificación en el párrafo referido a la emancipación. El nuevo párrafo quedó así: " ...una nación LIBRE e INDEPENDIENTE del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli y de toda otra dominación extranjera... ".
La causa de esta declaración adicional se debía a un persistente rumor que decía que a espaldas de los diputados se estaba gestionando un protectorado portugués.

La casa de Tucumán - Su historia -
Hacia fines del S. XVII, el alcalde Diego Bazán y Figueroa había construído su vivienda en el terreno que hoy ocupa la Casa de la Independencia, según lo atestigua su testamento de 1695.
En 1765 la Casa pasó a ser propiedad de Doña Francisca Bazán, esposa de Miguel Laguna, que la recibió de sus padres como dote.
El frente de la casa, con sus características columnas torsas, debió ser construido por los Laguna y Bazán, ya que este tipo de ornamentación aparece en el Norte a fines del Siglo XVIII.
En 1816, ante la necesidad de contar con un local para las sesiones del Congreso que se reuniría en Tucumán, se optó por la Casa de Doña Francisca Bazán de Laguna.
El Presidente Nicolás Avellaneda, de origen tucumano, emitió un decreto del Poder Ejecutivo Nacional para la compra de la casa por el Estado, con la expresa recomendación de que se conservara el "antiguo y venerable salón".
La Casa estaba en muy mal estado entonces el Gobierno decidió demoler el auténtico frente y "las habitaciones del ala derecha del primer patio", dejando intacto el Salón de la Jura, separado de las nuevas oficinas del Juzgado y Correo, que ocuparon el costado izquierdo y el frente.
El Ingeniero Stavelius dirigió los trabajos, dando a la casa una fachada "Neoclásica" con un entablamiento y un gran frontis, cuyo arranque estaba flanqueado por "dos leones acostados", como lo describe el Arq. Mario Buschiazzo.
En 1880, la Casa se encontraba en estado lamentable, con excepción de la nueva fachada. Hasta el techo del Salón de la Jura amenazaba derrumbarse. En 1881 se logró que el Correo restaurase y engalanase, aunque modestamente, el histórico salón.
En aquella época, se colocaban para las fiestas patrias los retratos de dieciocho de los Congresales, realizados por Augusto Ballerini (1887) y adquiridos por el Gobierno Nacional. Cuando pasaban los festejos, estos eran llevados a la Biblioteca Sarmiento donde eran conservados y custodiados.
En 1896, debido al mal estado de las habitaciones la Casa quedó totalmente abandonada.
En 1902 el deterioro de la casa había avanzado. Doña Guillermina Leston de Guzmán -dama tucumana famosa por sus obras de beneficencia- solicitó al entonces Ministro de Obras y Servicios Públicos de la Nación, Emilio Civit, de paso en Tucumán, que evitara la destrucción de la Casa. Su solicitud fue escuchada, y el Presidente Julio A. Roca, aprobó el proyecto de construcción de un templete que protegiese únicamente el Salón de la Jura, demoliéndose el resto de la propiedad. Recordemos que fue el Presidente Nicolás Avellaneda, tucumano como Roca, quien hizo que el Gobierno Nacional adquiriera la Casa en 1874 con la expresa recomendación de que se conservara el "antiguo y venerable salón". Para ornamentar "El Templete", el Presidente Roca encargó a la escultura tucumana Lola Mora la confección de los bajorrelieves que representan 'El 25 de Mayo de 1810' y 'La Declaración de la Independencia'. El 'Templete' fue inaugurado el 24 de septiembre de 1904.
En 1916, Centenario de la Independencia, el Gobernador Ernesto Padilla promulgó una Ley que determinaba la expropiación del terreno colindante con la Casa, hacia calle 9 de julio, actual patio de homenajes y donde se encuentran los bajorrelieves de Lola Mora.
En el interior del Templete se econtraba el Salón de la Jura de la Independencia, que habitualmente se engalanaba para las fiestas tucumanas, como la celebración de San Miguel.
En 1940 comenzó a gestarse la idea de reconstruir íntegramente la Casa de la Independencia. Por un proyecto de Ley presentado por el Diputado Nacional por Tucumán, Ramón Paz Posse, se aprobó la obra.
En 1941 se declara a la Casa Monumento Histórico Nacional. El Doctor Ricardo Levene, Presidente de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos fue uno de los entusiastas propulsores de la reconstrucción. La tarea de la reconstrucción fue encomendada al célebre arquitecto Mario J. Buschiazzo, el que realizó lo que se denomina "arqueología colonial" y en base a los antiguos planos, inició excavaciones de sondeo en busca de los antiguos cimientos. Estos aparecieron en el lugar donde lo había indicado.
Buschiazzo consiguió elementos arquitectónicos originales del S. XVIII para la reconstrucción de la Casa.
En el año 1986 el Distrito Noroeste elaboró un proyecto de restauración integral de las cubiertas, que se desarrolló en dos etapas. La primera en 1986, abarcó tres salas y sectores de galerías. La segunda etapa, en 1993, incluyó el resto de la Casa, mereciendo especial atención la restauración de la cubierta del salón histórico, único sector de la Casa original.
Fuente: http://www.mendoza.edu.ar